Y la temprana penumbra de las 4 y media me asalta con esta nostalgia en 3 x 4. Me pienso en poemas que tienen sentido a esta hora y en esta década. Antiguos fantasmas me susurran el día el que me quieras, sabiendo que uno busca lleno de esperanzas, pero primero hay que saber sufrir después amar y después partir. Hermano, yo no quiero rebajarme, ni pedirle, ni llorarle, porque tan grande ha sido nuestro amor y mira en lo que quedo. Y el mundo fue y sera una porquería, pero mi Buenos Aires querido, cuando yo te vuelva a ver, veré la luna rodando por Callao y una luz de almacén, y con la ñata contra el vidrio veras que eres mi consuelo.
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